Elsa Salonen

Declaración de Artista

A principios de 2010, desarrollé una técnica en la que extraigo los colores de las flores, dejándolas pálidas e incoloras. Los pigmentos extraídos los preservo de diversas formas y los expongo junto a las flores blancas. La técnica se basa en la idea de que la mayoría de organismos, tanto en el mundo vegetal como en el mundo animal, parecen perder sus colores luego de su muerte - las flores se marchitan y los cuerpos palidecen. Así, todos los colores de la naturaleza se convierten en signos de la presencia de energía vital esencial. En mis pinturas tridimensionales, el resultado es una separación poética de la energía vital (color conservado) de su cuerpo vacío y pálido (flor decolorada).

Desde hace una década, pinto exclusivamente con pigmentos naturales, que definen el mensaje conceptual de cada obra. Los pigmentos que utilizo para mis obras provienen de una gran variedad de materias primas, por ejemplo: muelo meteoritos, huesos de animales y conchas marinas, así mismo extraigo colores desde plantas medicinales, setas y algas. Cada uno de los materiales almacena un conocimiento especial. Considero los pigmentos como colaboradores cuyas "experiencias" definen los mensajes conceptuales de cada obra. A través de los materiales recogidos por mi misma, muchos de los temas se relacionan con un determinado lugar natural del mundo, mientras que los temas más universales se tratan con materiales particulares recogidos con la ayuda de especialistas.


Mi práctica se inspira en las tradiciones de la pintura, la instalación y el arte conceptual. Mis obras están marcadas por la interpretación artística de la alquimia, que explora el universo a través de los materiales naturales y el animismo, especialmente la mitología finlandesa de la naturaleza. Lo que tienen en común la alquimia y el animismo es la percepción de toda la naturaleza circundante como viviente y sensitiva. En la mitología finlandesa de la naturaleza, se cree que cada entorno natural está gobernado por un espíritu que vigila la región, influyendo en su bienestar y prosperidad. Para nuestros antepasados, mantener una relación equilibrada con estos espíritus de la naturaleza a través de ofrendas era esencial para asegurar una buena caza, pesca y cosecha.

A su vez, los alquimistas medievales estudiaban los materiales naturales, con los que también fabricaban colores. A través de la materia buscaban entender el universo que les rodeaba, con ello la interconexión de todo lo que en él reside y el rol del individuo en él; uno mismo. Los frascos de vidrio que utilizo en mis obras remiten a esta tradición alquímica y a sus ilustraciones. Uno de los pasos más importantes de la alquimia era la destilación repetida, la que dejaba la esencia más pura de la sustancia -y del alquimista- en el frasco de cristal.